Detrás de este fenómeno hay normalmente varios factores; el no querer hacer daño o el no mostrarse como una persona descortés... el no afrontar la realidad o el no aceptar lo que dice la conciencia. Realmente el fenómeno tendría una fácil solución si las conversaciones a través de la red no fueran tan ambiguas y la sinceridad se impusiera ante todo lo demás. También, habitualmente, este tipo de reacción se da ante la incertidumbre, la duda o el no saber qué hacer por una persona que siente algo por alguien pero cree que no le conviene ya que piensa que la relación puede causarle un mal o se trata de una relación o amistad tóxica.
El fenómeno de la huida hacia ninguna parte, es entendible cuando hay una situación de acoso que necesita ser cortada de manera inminente, pero no tiene sentido cuando ese acoso es inexistente. Aunque el mismo fenómeno se daba con anterioridad a la aldea global, se cambiaba de amistades o se intentaba no coincidir en los mismos sitios o lugares con las personas de las que uno quería retirarse.
Este fenómeno, quizás desconocido para muchos, causa ansiedad, sentimiento de exclusión, frustracción y frena el desarrollo de las capacidades de una gran cantidad de adolescentes a día de hoy, y se sitúa como un problema emergente en nuestra sociedad juvenil digno de estudio.
Comentarios
Publicar un comentario